“La sexualidad no es una conducta, es una dimensión personal que refleja nuestra identidad, tratarla común una conducta no ayuda a la prevención del VIH” expresó
Tratar la sexualidad como una conducta desvirtúa la formación y no ayuda a los procesos de desarrollo personal y a la construcción de identidad, los programas de educación sexual Latinoamericanos deben enfocarse en enseñar a los y las niños, niñas, adolescentes y jóvenes en todos los niveles educativos para asumirse como seres sexuados y sexuales, y así garantizar el éxito de los programas de prevención del VIH.
Debemos de enseñar a las personas a amar sus cuerpos, porque si no lo aman no pueden cuidarlo. Los programas de educación sexual de los gobiernos latinoamericanos no deben enfocarse en particularidades ya que muchos problemas generalizados en la región se deben a causas comunes, en los centros educativo se debe de atender de manera integral el tema de la sexualidad humana y no esperar a que los problemas evitables se hagan presentes.
El abordaje de la sexualidad humana en todos los niveles educativos reivindica los derechos humanos de todos y todas, se debe de desmitificar y hablar abiertamente del derecho al placer y no tocar el tema de sexualidad solamente como asunto reproductivo. Brindar el libre acceso a la información en el sistema educativo es una clara forma de reafirmar la respuesta efectiva de los gobiernos en la prevención del VIH.
“No necesitamos cabeza llenas sino cabezas criticas que generen reflexión” expreso Cerruti haciendo referencia a la formación de personas y ciudadanos con pensamiento examinador que haga posible espacios de vida saludable.
Diego Mora y Alex Sorto
Equipo de Corresponsales Clave – Lima, 22/11/09
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