El Director del Equipo de América Latina y el Caribe del Fondo Mundial de lucha contra el SIDA, la tuberculosis y la malaria, Lelio Mármora, describió las condiciones que hacen insostenibles los esfuerzos del Fondo por el uso ineficiente de los recursos en los países, durante una exposición que realizó en el marco de la última plenaria del V Foro.
La insostenibilidad del Fondo Mundial de lucha contra el SIDA, la tuberculosis y la malaria (Fondo Mundial) se debe principalmente a que los países han utilizado los recursos con una visión de proyecto más que de programa: ningún país de la región ha presentado al Fondo Mundial un programa que contemple políticas para más allá de seis años, lo que demuestra que no existen o no se usan estrategias nacionales en la lucha contra el VIH/SIDA.
Mármora expresó también la preocupación del Fondo Mundial sobre el poco impacto generado en la respuestas, debido a que los recursos llegan en menor medida a la atención, prevención y tratamiento de la población y se dirigen con mayor frecuencia a pagar altas cargas impositivas e incluso los salarios de funcionarios gubernamentales, aspectos que en realidad deberían ser asumidos por los estados.
Por otro lado, Mármora alabó la existencia de un valioso capital humano en la región, y apuntó además que las organizaciones de la sociedad civil y sus gobiernos han tomado una posición política frente al Fondo Mundial y han sentado bases legales en sus países para responder al VIH. La región de América Latina y el Caribe ha alcanzado en promedio un 58 por ciento de éxito en la aplicación de los recursos del Fondo, un rendimiento mayor que el 54 por ciento del resto del mundo, lo que ha influido para obtener casi la misma cantidad de recursos que África del Este.
El funcionario urgió a una revisión del modelo en su escala y naturaleza; adujo que se requiere un modelo más ancho en su concepción, ya que para salir de la trampa del financiamiento vertical los gobiernos deben asumir su rol de fortalecer los sistemas de salud y generar estrategias efectivas de largo plazo. Además, deben establecer una nueva arquitectura de consolidación de los proyectos existentes y solidificar sus políticas en materia de VIH/SIDA.
Finalmente, Mármora ofreció una hoja de ruta que llama a cambiar los criterios de elegibilidad y priorizar aquellos proyectos que son más urgentes, mediante la proyección de las necesidades de las poblaciones vulnerables, la proyección del financiamiento con argumentos sólidos, el análisis de las consecuencias de no invertir en la atención del VIH y la sofisticación de las propuestas, a fin de darle mayor efectividad a los recursos que el Fondo Mundial provee a la región.
Andoni Bello y Sergio Ruiz
Equipo de Corresponsales Clave – Lima, 22/11/09
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