La vulnerabilidad de las personas viviendo con VIH se ve acentuada durante y después de las crisis. Se hizo un llamado para incluir urgentemente el tema en las agendas de los equipos de respuesta en desastres en todos los países de la región, considerando las permanentes tensiones sociales, políticas y los frecuentes desastres naturales.
El Programa Mundial de Alimentos (PMA), es la agencia de Naciones Unidas que trabaja en la respuesta global ante el hambre y la pobreza y realiza un trabajo importante en la prevención y atención en desastres naturales y otras crisis emergentes.
En el marco del V Foro, Alfredo Mejía, de la Oficina del PMA en Colombia asevero que “Las emergencias comprometen los avances alcanzados en el acceso universal porque afectan la infraestructura y los logros y hacen los esfuerzos de prevención un desafió aun mayor para la región”
Se recomiendan acciones puntuales en materia de Agua y saneamiento, pues las PVVS tienen más probabilidad de adquirir infecciones transmitidas por el agua debido a su sistema de defensas comprometido. El acceso a puntos de agua y retretes seguros, protege mujeres y niñas de abuso sexual
También se considera clave, sostener los servicios médicos esenciales, pues la interrupción de antirretrovirales (ARV) en emergencias puede afectar la adherencia a estos y generar resistencia, probablemente la falta de ARV puede causar pánico en las Personas que Viven con VIH, pues han asumido los mensajes que señalan los efectos de suspender las tomas.
Se sugiere incluir dentro de los segmentos prioritarios (mujeres y niños) a las Personas Viviendo con VIH, especialmente en la distribución de alimentos, pues La mala nutrición disminuye la inmunidad, aumenta la vulnerabilidad a infecciones oportunistas y la mala nutrición puede aumentar los efectos secundarios de los ARV.
Los albergues deben contar con condiciones amigables para las Personas Viviendo con VIH, pues el hacinamiento puede aumentar la propagación de infecciones y además se han reportado casos de discriminación en los albergues. La gestión de un enfoque de género pertinente es clave, pues las crisis afectan desproporcionadamente a las mujeres, al ser ellas responsables en la mayoría de casos, del cuidado de hijos e hijas y de la administración de los recursos. También son las vulnerables a la violencia sexual y al acoso, así como a situaciones de sexo transaccional.
La respuesta debe ser intersectorial y los actores deben abrir espacios para que las Personas Viviendo con VIH se sumen a las mesas de discusión y propuesta. También deben desarrollarse acciones de sensibilización y capacitación a lo interno de los equipos de respuesta en emergencia y designar enlaces clave de la comunidad afectada con los y las responsables de las intervenciones.
Carlos Romero Prieto
Equipo de Corresponsales Clave – Lima, 22/11/09.
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