Otro de los fuertes que desean promover es la importancia de visitar al ginecólogo pues es la persona encargada de revisar si todo va bien en su cuerpo. Por lo tanto promueven perder el temor a revisarla, tocarla y cuidarla como parte esencial de la feminidad.
Realmente es mucho más fácil para el hombre tocarse su aparto sexual que para la mujer, pues la sociedad se ha encargado de satanizar la vivencia de la sexualidad en las mujeres.
La historia de los títeres de vulva, comenzó en 1993 con la educadora sexual norteamericana Dorrie Lane, la diseñó para utilizarla su consulta ginecológica y en sus cursos de sexología. Poco a poco se dio cuenta del impacto que tiene para las mujeres conocer no sólo para parte externa sino las internas.
Así que la próxima vez que pensemos en propuestas de mensajes y campañas, no olvidemos está original forma de promover los derechos sexuales de las mujeres jóvenes.
Kenia Regina Sánchez
Equipo de Corresponsales Clave – Lima, 23/11/09
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