domingo, 22 de noviembre de 2009

Violencia y narcotráfico dificultan las acciones de prevención en Ciudad Juárez.

Compañeros, AC enfrenta graves retos para la efectiva atención de usuarios y usuarias de drogas inyectables, migrantes y otros grupos vulnerables en Ciudad Juárez, Chihuahua, México.

Desde hace 23 años el programa Compañeros, AC lleva a cabo un trabajo de prevención de infecciones de transmisión sexual y VIH con usuarias y usuarios de drogas inyectables, migrantes y otras poblaciones vulnerables en Ciudad Juárez. Las acciones, basadas en la evidencia, atienden al particular contexto de la ciudad, matizado por la migración masiva, los casos de femicidio (crímenes perpetrados exclusivamente contra mujeres), la violencia y ajustes de cuentas vinculados con el narcotráfico, y un marcado rechazo a las acciones basadas en el enfoque de reducción de daños.

María Elena Ramos de Compañeros, AC compartió hoy con el Equipo de Corresponsales Clave los retos inmediatos que enfrentan en Ciudad Juárez. “Debido al incremento de la violencia los empresarios solicitaron la presencia de cascos azules de las Naciones Unidas para resguardar el orden público, y contingentes de la policía federal fueron enviados al lugar”, confirmó. Esta movilización de fuerzas militares creó un clima de tensión en la ciudad y afectó gravemente las acciones de prevención y atención a usuarios y usuarias de drogas inyectables, pues sus efectivos desconocen el tema y las implicaciones que su desatención supone para la salud pública.

Ramos lamentó el allanamiento y destrucción de picaderos (lugares específicos para la inyección de drogas) “pues con esta persecución se hace imposible el acceso a una de las poblaciones más afectadas en México por la epidemia de VIH y hepatitis C, empujándolas a la clandestinidad extrema”, sostuvo. En estas condiciones, usuarios y usuarias de drogas inyectables retomaron antiguas prácticas de intercambio de jeringas usadas, sin posibilidades de acceder a opciones de autocuidado y manejo adecuado de desechos. Por otra parte, el personal del ejército y la policía no está preparado para manejar adecuadamente los deshechos encontrados en los picaderos, lo que incrementa su vulnerabilidad.

Personal de Compañeros, AC ha enfrentado situaciones de acoso y violencia por parte de las autoridades encargadas de resguardar la seguridad pública, quienes además de no reconocer las implicaciones que tiene este trabajo en la respuesta a la epidemia, impide sus acciones afectando, una vez más, a las poblaciones más vulnerables.

Carlos Romero

Equipo de Corresponsales Clave, 22/11/09

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